Acerca de la Vida y la Muerte.

Para introducirme en el siguiente comentario. Antes quiero recordar una tierna secuencia de la película "Objeto de Seducción", en la cual John Malkovich está tumbado comodamente en un sillón, mientras dulcemente abrazada a él está Andie Macdowell (interpretes de la misma). John muy relajadamente le hace la siguiente pregunta: ¿Crees que en un momento dado, todos los grandes hombres de la historia pensaron en suicidarse? ¡Claro! -responde ella. ¿Que crees que se lo impidió? pregunta él nuevamente. ¡No lo sé! ¿Cobardía? dice Andie. John con su apacible aspecto y serenidad continúa de la siguiente manera: No, el darse cuenta de que durante la vida hay que superar grandes crisis. Eso es lo importante. Ser concientes de que estás metido en un terrible aprieto. Eso es media batalla..luego tienes que cambiar la dirección de tu propio destino. Para eso sirve la adversidad. Para echarte una mano. Pero eres tú el que debe conseguirlo. Y debes conseguirlo con el valor. Y supongo que eso es lo que impide a los grandes hombres acabar con su vida. Andie replica..ser astuto ayuda, y rico. Y John concluye: Ser astuto ayuda, ser rico puede ser mejor que el valor. Aunque no sé si aún tengo esa opinión.

La foto que acompaña a este escrito, se la hice a Florin con mi móvil el 1 de Noviembre de 2006, a las 18,58 horas. Él había venido desde Tenerife a Madrid y me había pedido quedarse en mi casa unos días mientras gestionaba una documentación que le permitiría viajar a Inglaterra para reunirse con su compañera y su hija pequeña. Esa misma noche nos fuimos a cenar al Vips de Alcalá, cerca del metro Suanzes y de la Cruz de los Caídos.

Conocí a Resmivez Florin entre otro grupo de Rumanos, en Enero del 2001, fecha en la que yo me había desplazado a Tenerife para en principio dar clases privadas a una persona. Luego mis clases en la Isla se vieron desbordadas por un elevado número de Rumanos y otras tantas personas de distinta procedencia. Resmivez había sido un ex-campeón de Kyokushinkai en Rumania. Tenía una técnica excelente y una contextura física extremadamente fuerte. Era una persona tranquila, noble y muy entusiasta de las artes marciales. Y como tal desde un principio le encantó el Kenpo y mi forma de entrenar. Tenía tan buena condición que posteriormente me lo llevé al Campeonato Mundial de Tae-Kwon-Do de la TAGB en Polonia, junto a otros componentes de mi Selección Española. Allí Florín fue uno de los mejores y más destacados de mi equipo, llegando incluso a disputar la final.

En el 2002 fue uno de los cerca de 150 Especialistas que metí en el rodaje de la película "The Mix". Posteriormente le saqué junto a mí en un reportaje de Televisión que me realizaron en Tenerife, acerca de los Especialistas de Cine. Solo con él podía conseguir las mejores coreografías que yo podía crear. Él llegó a apreciarme tanto que pudo sincerarse conmigo en variadas ocasiones, llegando incluso a llamarme "Papá" y pedir mi autorización para ello. Había sufrido mucho durante toda su vida y al parecer, nunca tuvo para sí la figura de un padre. Y estimó que por mis enseñanzas, consejos, orientación, amistad y apoyo que siempre le brindé. Yo podría ser considerado como tal.

A finales del 2006, me llamó a Madrid como solía hacer de vez en cuando para comentarme sus inquietudes, preocupaciones y temores. Me pidió quedarse en casa durante poco más de una semana. Al día siguiente de llegar, le llevé al parque a correr conmigo, me desconcertó mucho porque me hizo saber que no se encontraba muy entrenado últimamente. Él siempre fue una persona muy disciplinada con su entrenamiento diario, y por tanto, como ya mencioné era un deportista muy fuerte. Durante la primera vuelta por el Parque noté como su respiración se agitaba, y se me quedaba atrás. A pocos metros de culminar esa primera vuelta me pidió parar porque no resistía más. Yo suponía que por lógica tendría que estar muy por encima de mí en su rendimiento. Pero, lamentablemente no era así. Bueno, le dije, espérame en aquella zona de aparatos que yo daré dos vueltas más y luego me reuno contigo. Al cabo de un rato y cuando yo regresaba corriendo a reunirme con él, empapado en sudor, (aunque estabamos a finales de otoño), me hizo mucha gracia el siguiente comentario. ¡Vaya con el viejo hijo de su madre, casi me mata! Me eché a reir. (él con 35 años y yo con 56). Y agregó, ¡bueno nos vamos ya! ¡No! le contesté, es ahora cuando comenzamos a entrenar, lo otro era un pre-calentamiento. Tendriais que haber visto la cara que me puso.

Durante aquellos días, le noté muy cambiado, estropeado y alterado. Le estuve observando durante los 2 o tres primeros días. Hasta que de pronto un día le dije: Florin, venga sientate y cuentame, que es lo que te tiene tan preocupado, alterado, triste a veces, eufórico otras...?? En aquel momento me miró a los ojos y como un niño pequeño, como si realmente de mi propio hijo se tratase, me respondió: "Papá, a UD no le puedo mentir"... y comenzó a exponerme su personal situación, sus inquietudes, problemas y propósitos. Le hablé con el máximo cariño, respeto y afecto. Cosa que como de costumbre me agradeció.

Entre sus mejores planes, estaba el abandonar la isla y marcharse a Inglaterra junto a su compañera e hijita. Quería tener una vida nueva, ordenada, simple y en familia. Sé que lo intentó. Más adelante en dos o tres ocasiones me contactó por messenger y me hizo algunos comentarios acerca de su situación allí. Pero al parecer las cosas no iban a ser tan fáciles.

Antes de abandonar mi casa, pasaron dos cosas importantes de mencionar. Un día compró un libro que le había hecho mucha ilusión. Lo empezó a leer con mucho entusiasmo y esa noche se lo dejó olvidado en el coche de un amigo. Cuando se percató de que lo había olvidado, se desesperó e intentó recuperarlo cuanto antes a toda costa. Quería que yo le llevasé de vuelta hasta ese amigo para recogerlo ya. Pero desgraciadamente, mi amigo nos dijo que esa noche no iba a ser posible, que al día siguiente quizás podría ser. Florin entonces empezó a quejarse de que siempre le ocurría lo mismo con las cosas que le gustaban, que por alguna extraña razón todo aquello que le interesaba acababa perdiéndolo de un modo u otro. Yo intenté quitarle importancia al asunto. Pero como él insistía. Le dije: "Mira Florin, mañana vas y te compras otro, o recuperas el que te has dejado, y en el supuesto que nada de esto fuese posible: Es simplemente un libro". Además -agregué, si tanto te gustaba no haberlo dejado olvidado.

En cierto modo me daba pena, y por otro lado me parecía absurda su postura tan extrema. Después antes de partir, otro día me comunicó haber perdido la cadena de oro con un crucifijo que le había regalado Jessica la madre de su hija. Estaba hundido porque decía que era para él como un amuleto. Que le traía suerte, y que toda vez que no lo llevaba le sucedían cosas malas. Yo sin entender, pregunté acerca de ¿como lo había perdido y donde?. Pero no lo sabía, como un adolescente, decía que su mujer no le creería y que ella se iba a pensar lo peor. ¡Pero hombre! Piensa, has memoria. Haber donde podría haber sido. En fin, que se marchó sin lograr encontrar la mencionada cadena.

Al día siguiente, encontré su cadena encima de una bolsa de deportes. Estaba rota y el broche tampoco funcionaba correctamente. Entonces le envié inmediatamente un mensaje comunicándoselo. "No has perdido la cadena, la encontré en casa. Está rota. La llevaré a un Joyero y cuando esté reparada te la enviaré. Hablamos por teléfono y se puso muy contento con la noticia.

Más adelante, un día recibí una llamada telefónica. Era Martín, un amigo argentino residente en Tenerife. Estaba deshecho de dolor. Y la fatal noticia era: "Raúl, esta mañana han encontrado a Florin muerto". Era un domingo, yo estaba en Madrid comiendo en un Restaurante con un grupo de amigos. La noticia me impactó. Su muerte había sido terrible. Y se apuntaba a un suicidio o ajuste de cuentas. No narraré aquí exactamente como fue, pero debe haber sido una agonía y un sufrimiento sobrenatural. De esto hace ya un mes..

Desde entonces pienso en él constantemente. Y espero esté por fin en un lugar placentero, donde todas las cosas sean bellas, agradables, tranquilas y emocionantes.

Casualmente, la cadena de oro que envié a Inglaterra llegó el mismo día en que le enterraron en Adeje, Tenerife. Recibí ese día una llamada desde Inglaterra, era la madre de Jessica que había tenido un gran impacto al recibirla. Resaltando acerca de la coincidencia con su entierro. Comenzó hablándome con voz fuerte y segura, pero en la medida que fuimos avanzando se fue desmoronando y acabo sumida en un mar de lágrimas y sollozos.

Florin era un buen hombre, que sé a ciencia cierta que siempre procuró llevar una vida limpia y ordenada. No quería meterse en líos, pero al parecer el destino le tenía preparado tan horrendo final.

Curiosamente, en la foto de esa primera noche en Madrid que aquí expongo de él, lleva una camiseta a rayas. Digo esto, porque un día que salió de compras por el centro de la ciudad me trajo un polo negro con rayas blancas que compró en Zara, el cual me gustó mucho, y que siempre he usado con agrado. Ahora toda vez que lo vea o lo use, estaré sintiendo su energía y su calor hacia mi.

Florin, quizá no era un gran hombre, como decía Malkovich en la película. Por eso no supo ver, entender, o talvés no tuvo la fuerza de encontrar el camino hacia la felicidad que tanto deseaba.

Quizás la vida que tuvo que vivir y afrontar desde su infancia estaba marcada desde el principio hacia ese trágico final.

QUERIDO AMIGO, DESCANSA EN PAZ. Has dejado un gran vacío en nuestros corazones.

Ahora ya sabes cuanta gente te apreciaba, y a cuantos has herido con tu partida tan repentina.

Que Dios te tenga en su Gloria.

Raúl Gutiérrez

"Tu Papá en España"