La Importancia de Ser Conscientes.
¿Cuántas veces, a lo largo de nuestra existencia, nos percatamos acerca de la inconciencia en la que hemos estado viviendo en determinados aspectos?
Haces algo de lo que jamás podrás estar orgulloso. Y lo sabes. Pero lo haces una y otra vez. Y a menos que el efecto y las consecuencias de tu falta repercutan en ti, de tal manera que el dolor para ti mismo, sea tan profundo y duradero que en verdad lleguen a hacer de ti una persona consciente al respecto. Y ese dolor “grave a fuego” en todo tu ser el mensaje recibido; para entonces escalar un peldaño más en tu comportamiento presente y futuro, en relación a la armonía y convivencia con los demás seres de tu especie. Entonces, de no ser así, habrás venido a este mundo para suspender las asignaturas que tenías pendientes. No habrás aprobado, y lo que es peor habrás dejado una enorme y fea huella en la tierra.
A menudo es lamentable ver como en algunos sectores, núcleos, o familias; los hijos odian a sus padres, los padres no quieren saber nada de los hijos. Los matrimonios separados o divorciados sostienen unas relaciones hostiles deprimentes para los hijos y para ellos mismos. Llenas de odio, egoísmo, maldad y desamor. Los profesionales de idénticos sectores luchan unos contra los otros, generalmente de manera desleal, con artimañas, sucios trucos y total falta de dignidad. Y para que vamos a hablar de los “políticos”. ¿Acaso hay algo más turbio, sucio y desconcertante que la política? O quizás mejor dicho “los políticos” de ambición desmedida, sin principios morales, religiosos ni cívicos. “No soy ladrón, pero que no me pongan donde hay”, así reza una frase que los describe perfectamente. Probablemente alguno se salve al respecto, aunque no es fácil encontrarlos.
Ante todo esto y en lo que a mi respecta. Hago desde aquí un llamamiento a mis enemigos (me los merezca o no), a aquellos que no me dirigen la palabra y me prohíben dirigirme a ellos; para que reflexionen. El tiempo es oro, y se nos está yendo a cada instante. Dios nos ha puesto en este plano físico, y porque no podemos reconciliarnos, reconocernos como seres similares y limitados. Porque no podemos “pedir perdón”, si, aunque sea una vez más. Todos necesitamos más oportunidades. Unos más y otros menos. Pero acaso es agradable, escondernos los unos de los otros. No sería más bello, estrechar nuestras manos, fundirnos en un abrazo y obviamente sin pedir ni exigir nada a cambio, hacer “borrón y cuenta nueva”. Se que muchos no piensan igual, y este es un tema que no les impide dormir. Pero yo sí lo necesito, “amo a tanta gente que han formado parte de mi camino de vida” y a los cuales hoy por hoy no les puedo ver, sentir, ni compartir ni un solo instante.
Que pobres imbéciles somos los seres humanos. Incluso los animales suelen ser más nobles, humildes e íntegros que nosotros. Se me desgarra el corazón de solo pensar como cada día el tiempo inexorablemente me está llevando hacia el final, y no puedo abrazar o extender mi mano hacia esos seres que tanto quiero y llevo arraigados en mi piel; aunque sea solo para darles una palmada, acariciar sus cabellos, u otorgar una mirada bañada en lágrimas de ternura y emoción.
Creo que es muy importante que empecemos a ser conscientes.
Raúl Gutiérrez
¿Cuántas veces, a lo largo de nuestra existencia, nos percatamos acerca de la inconciencia en la que hemos estado viviendo en determinados aspectos?
Haces algo de lo que jamás podrás estar orgulloso. Y lo sabes. Pero lo haces una y otra vez. Y a menos que el efecto y las consecuencias de tu falta repercutan en ti, de tal manera que el dolor para ti mismo, sea tan profundo y duradero que en verdad lleguen a hacer de ti una persona consciente al respecto. Y ese dolor “grave a fuego” en todo tu ser el mensaje recibido; para entonces escalar un peldaño más en tu comportamiento presente y futuro, en relación a la armonía y convivencia con los demás seres de tu especie. Entonces, de no ser así, habrás venido a este mundo para suspender las asignaturas que tenías pendientes. No habrás aprobado, y lo que es peor habrás dejado una enorme y fea huella en la tierra.
A menudo es lamentable ver como en algunos sectores, núcleos, o familias; los hijos odian a sus padres, los padres no quieren saber nada de los hijos. Los matrimonios separados o divorciados sostienen unas relaciones hostiles deprimentes para los hijos y para ellos mismos. Llenas de odio, egoísmo, maldad y desamor. Los profesionales de idénticos sectores luchan unos contra los otros, generalmente de manera desleal, con artimañas, sucios trucos y total falta de dignidad. Y para que vamos a hablar de los “políticos”. ¿Acaso hay algo más turbio, sucio y desconcertante que la política? O quizás mejor dicho “los políticos” de ambición desmedida, sin principios morales, religiosos ni cívicos. “No soy ladrón, pero que no me pongan donde hay”, así reza una frase que los describe perfectamente. Probablemente alguno se salve al respecto, aunque no es fácil encontrarlos.
Ante todo esto y en lo que a mi respecta. Hago desde aquí un llamamiento a mis enemigos (me los merezca o no), a aquellos que no me dirigen la palabra y me prohíben dirigirme a ellos; para que reflexionen. El tiempo es oro, y se nos está yendo a cada instante. Dios nos ha puesto en este plano físico, y porque no podemos reconciliarnos, reconocernos como seres similares y limitados. Porque no podemos “pedir perdón”, si, aunque sea una vez más. Todos necesitamos más oportunidades. Unos más y otros menos. Pero acaso es agradable, escondernos los unos de los otros. No sería más bello, estrechar nuestras manos, fundirnos en un abrazo y obviamente sin pedir ni exigir nada a cambio, hacer “borrón y cuenta nueva”. Se que muchos no piensan igual, y este es un tema que no les impide dormir. Pero yo sí lo necesito, “amo a tanta gente que han formado parte de mi camino de vida” y a los cuales hoy por hoy no les puedo ver, sentir, ni compartir ni un solo instante.
Que pobres imbéciles somos los seres humanos. Incluso los animales suelen ser más nobles, humildes e íntegros que nosotros. Se me desgarra el corazón de solo pensar como cada día el tiempo inexorablemente me está llevando hacia el final, y no puedo abrazar o extender mi mano hacia esos seres que tanto quiero y llevo arraigados en mi piel; aunque sea solo para darles una palmada, acariciar sus cabellos, u otorgar una mirada bañada en lágrimas de ternura y emoción.
Creo que es muy importante que empecemos a ser conscientes.
Raúl Gutiérrez
27/08/2007
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