LORENA

LA EMOCIÓN Y GRANDEZA DE SER PADRE

El 5 de Octubre de 1972, nacía en Santiago de Chile mi primera hija Lorena. Jamás podré olvidar esa increíble sensación emotiva, que invadió todo mi ser al momento de recibirla en mis brazos por primera vez. Descubrir como la manifestación del amor da lugar a la vida, o de cómo en las palmas de mis manos podía sostener a tan divino ángel. Lloré de emoción, humildad y amor.

Su madre y yo éramos demasiado jóvenes, y corrían tiempos muy difíciles. La falta de sensatez e irresponsabilidad de adolescentes, nos habían llevado a cometer tantos errores a tan temprana edad. Pero todo está dentro de las circunstancias y presiones de nuestra época. En junio de 1973 sufrimos un primer intento militar de derrocar al entonces nuestro Presidente electo el Doctor Salvador Allende al cual llegué a conocer personalmente en una de sus visitas a la Casa de Moneda de Chile, lugar en el que ambos (Ana María y yo) trabajábamos.

El 16 de Agosto de ese año yo recién cumplía 23, y ya para entonces había decidido marcharme al extranjero, así como otros tantos chilenos que particularmente se iban a los Estados Unidos de América, afín de intentar mejorar la triste y humillante situación económica de nuestro país. En julio de ese año me fui a la ciudad de Méjico D.F., cargado de ilusiones y no sin negarlo, con la lógica incertidumbre en acerca de si esa había sido una buena decisión.

Quienes hayan tenido que pasar situaciones similares, en cuanto se refiere a la separación familiar, y sobre todo “la primera vez, aunque todas duelen”, podrán imaginar lo duro que puede haber sido. En cualquier caso, en Chile no podíamos estar peor. Habíamos sufrido grandes represiones, toque de queda, escasez de alimentos y de todo lo esencial que cualquier ser humano mínimamente necesita.

Aunque rápidamente conseguí un contrato de trabajo en Televisión del Distrito Federal, y en teoría nuestra situación económica en Chile podría haberse mejorado, en Septiembre de 1973 tuvo lugar el Golpe de Estado al Gobierno Chileno por parte del Ejército y de su líder, el ya desaparecido General Augusto Pinochet Ugarte. Esto hizo tambalear nuevamente mi estabilidad inicialmente conseguida en Méjico, puesto que mi padre pertenecía al cuerpo Carabineros de Chile, y ya recordaréis como transcurrieron aquellos días, meses y años posteriores.


Si hay algo en nosotros verdaderamente divino, es la voluntad. Por ella afirmamos la personalidad, templamos el carácter, desafiamos la adversidad, corregimos el cerebro y nos superamos diariamente. S. Ramón y Cajal

En resumen, a veces la vida se hace larga y dura. En otras es alegre y breve. Hoy, principalmente quiero recordar cuan cruel ha sido nuestra vida, que por obra del destino nos separó tan pronto. Nos ha mantenido siempre alejados físicamente, aunque jamás en el corazón. Ella sabe que siempre la he amado, la amo y la amaré. También sé cuanto ella me quiere, y por eso nos mantenemos en una constante comunicación donde a cada instante prima nuestro amor, respeto, apoyo y comprensión.

Lorena, es hoy una auténtica y maravillosa mujer que con 35 años, ha logrado superar también todas las vicisitudes y pruebas que la vida le ha puesto en su camino. Ella me ha dado un hermoso nieto que es su principal fuente de inspiración, lucha y desafío; pedazo de su carne y compañero ideal. Es así la vida.

Todos tenemos que andar nuestros caminos, y lo mejor de todo, es que aún seguimos vivos y por tanto cada instante es una nueva oportunidad para mejorar, para pedir perdón, para sentir, vibrar y amar.


Eres grande en la tierra. “No por lo que has sido o conseguido, sino por como eres”. Ese eco de tu alma pervive en aquellos que te han conocido; por tanto, quedarán así impresos en nuestro corazón para toda la eternidad.

Lo, tu padre te ama, vela, ora y clama lo mejor para ti a cada instante.

"Que Dios y la Virgen Santa, tus Ángeles de la Guarda y San José te protejan, defiendan y acompañen en todo momento".

Raúl Gutiérrez

Sábado 25 de Agosto de 2007