Antonio Moraleda era un buen hombre, un buen abogado, un hombre honesto, tranquilo, humilde y respetuoso. Le gustaban las artes marciales, me llamaba con cariño "Gran Sensei". Siempre me decía que le gustaría recibir mis enseñanzas Kenpo, aunque entrenaba Karate con otro colega de profesión; Don Manuel Dopico Fradique mi abogado principal desde los 80s.
Antonio era un hombre sano, solitario y con un gran corazón. La vez en que más feliz le vi, fue cuando le invité a participar conmigo en un rodaje de cine junto a Marlene Mourreau. La actriz en una secuencia del film le propina una buena paliza. Paliza que Antonio habría de recordar con orgullo y satisfacción por el resto de su vida.. Antonio me llevó el Juicio de otra buena paliza en la vida real que yo le di a un "cerdo asqueroso que invade nuestro mundo marcial". Mi padre me inculcó la bondad, gentileza, respeto y humildad frente a quienes así lo merecen; pero también me indicó que al malo, al sinverguenza, al hipocrita, al cínico, al envidioso, egoista, chulo y prepotente había que darle una buena lección. Siempre en favor de otros más débiles que sufrirán su acoso y maldad.
Pasaba el tiempo y de vez en cuando Antonio y yo nos comunicabamos por teléfono. Siempre hacíamos planes que nunca llegamos a realizar. Y un maldito día me comunicó que tenía cáncer de pulmón. También me dijo que él no quería sufrir pasando todo ese proceso inútil de la quimioterapia, operaciones, dolor y vejaciones que se sufren en esas circunstancias. Y textualmente me dijo: "Espero que algún amigo compasivo me facilite los medios para suicidarme. Un revolver, veneno o algo así". Él era hipocondríaco, y os podréis imaginar el pánico que debe haber sentido ese sencillo y humilde ser humano. ¿Que amigo le podría haber ayudado a disminuir los peores momentos que en definitva pasó durante un año de batalla? Batalla que por supuesto no podía ganar, y no ganó. Porque al final me cuentan que luchó hasta que perdió la conciencia de si mismo.
Durante todo ese año de dolor, angustia e impotencia, de vez en cuando conseguía comunicarme con él, y éste sacando fuerzas desde donde no habían, volvía a hacer planes conmigo. Volvía a poner un poco de ilusión en su lucha. Pero hoy, según me indico nuestro común amigo Manuel Dopico, finalmente Antonio dejó de sufrir el 16 de Febrero pasado. QEPD
Hace tan solo tres meses que edité mi último libro, y en él doy gracias a ciertas personas fundamentales en mi vida. De todos los que allí menciono, dos ya no están entre nosotros Florin Resmivez y Antonio Moraleda. Sus mejores recuerdos pervivirán en mi, y a todos vosotros os recuerdo que no olvidéis ni un solo instante que lo principal de nuestra existencia sigue siendo LA SALUD. Sin ella estamos perdidos, con Salud podemos iniciar cada día con todas nuestras fuerzas e ilusiones posibles cualquier cometido, proyecto, plan o empresa. Todo es posible si hay salud y deseos de lograr alguna meta.
Que te ha dejado el novio/a, esposo/a, o has perdido el empleo, se te ha roto el coche, o este verano no podrás coger vacaciones porque no tienes dinero. TONTERÍAS, todo eso y más tiene solución. El dinero va y viene, el dinero solo es dinero; y ayuda, claro que ayuda en cualquier circunstancia, pero hay ocasiones en que en realidad no vale para nada.
"Vivid en paz y armonía, procurad ser felices, humildes, respetuosos y no engordéis vuestros estúpidos problemas"...hay otros que si tienen "graves problemas".
Raúl Gutiérrez
No hay comentarios:
Publicar un comentario