Seis Meses Después.

¡Hola! Aquí estoy otra vez, pero increíblemente han pasado ya casi 6 meses desde la última vez que escribí en este Blog. Y así es como se nos pasa la vida, volando.

Creo que lo mejor será hechar un vistazo a vuelo de pájaro acerca de cuantas cosas buenas y malas han acaecido desde entonces. Y me refiero a mi entorno personal, porque si nos ponemos a leer los periódicos o vemos y escuchamos la televisión, entonces apaga y vamonos.

Hace un momento he mirado el reloj del PC y me sorprendí de la hora que era; las 3,13 minutos de la madrugada. Y yo sin darme cuenta...mejor así porque de lo contrario me entran ganas de apagar y meterme en el sobre, a orar y descansar, que mañana tengo muchos compromisos.

Bueno, en diciembre me encontraba viviendo en un Loft de Madrid, Alcalá Norte. Y ya podría empezar por ahí. Cuando llegué a habitarlo en Marzo del 2006 creo que fue, tuve un impacto tremendo. Venía de haber vivido unos años en Los Gigantes, en Tenerife Sur. Aquello era mi pequeño paraíso, como solía decir y sentir. Un lugar lleno de luz, energía, color, bellos acantilados, un inmenso mar y a la vista la Isla de La Gomera, en ciertas ocasiones también se pueden ver El Hierro y La Palma. Yo vivía en la última planta del edificio, (4º-400). Mi nombre de 4 letras (Raúl), el de mi compañera "Mara", también de 4 letras, e incluso nuestra perrita también con cuatro letras (Lola). Bueno, prefiero no ir hacia atrás...

El asunto es que después de vivir en aquel "paraíso". Donde solía salir a correr, entrenar artes marciales, y bañarme en el mar casi todos los días del año. Practicar montañismo, senderismo, piraguismo, natación y buceo. De pronto me encuentro metido en una zona industrial, en un edificio gris, triste y sin vida practicamente.

El loft de unos 140 metros cuadrados, estaba practicamente vacío, con la cocina y baño montados completamente; pero nada más. Yo venía intentando superar las graves secuelas de un accidente de buceo que por poco me deja inválido para toda la vida. Había perdido por tercera o cuarta vez casi todo cuanto había conseguido volver a poseer. Incluso había perdido a mi última compañera. Y peor aún, se me estaban agotando los recursos económicos, y me encontraba medio imposibilitado para ejercer ningún trabajo que me ayudase a levantar cabeza. En fin, la cuestión es que entre la angustia, soledad, tristeza y a veces depresión, me ponía a caminar a lo largo del loft, iba de un lado para otro y entre la pena y el no se que, me entraba la risa. Si, como lo "leen", me reía de mi mismo y quería entender que estaba pasando una nueva prueba de superación de mis propias deficiencias como ser humano. Sabía que todo era un reto más de la vida para progresar espiritualmente. Se comprende, pero aún así hay que estar ahí, y dispuesto a luchar otra vez..

Tenía un aliciente profesional, un empleo bien remunerado, el loft "prestado por un nuevo amigo", y solo me faltaba dar tiempo al tiempo. Por dejación y abandono "de mi mismo", estuve cerca de 3 semanas durmiendo en el suelo, de la manera más incómoda y deprimente. No me importaba, porque sentía que si Dios me había llevado a esa circunstancia, sería por algo. Debía creer en él porque sabía que nunca me había abandonado. Que a pesar de todos mis errores, equivocaciones y negligencias, al cabo nuevamente me estaba abriendo nuevas puertas. Así es y asi ha sido siempre. Incluso ya no quería volver a comprar nada, nada que no fuese absolutamente necesario. En Tenerife había vuelto a repartir entre mis amigos, casi todas mis últimas pertenencias. Y lo mismo hice antes de llegar a Tenerife. Lo que pasa es que luego la ilusión reencontrada cuando conocí a Mara, me habían vuelto a someter a eso llamado "Consumismo"...

Entonces me limité a comprar en el chino de la vuelta de la esquina, unos vasos y cubiertos de plástico, platos de cartón y los alimentos necesarios para el día a día. Así estuve maltratándome durante el primer tiempo. Cada día me sentía angustiado, solo, triste, sin ilusiones, sin fuerzas, sin horizonte. Pero al pasar de los días, comencé a entrenar con algún tipo de sentido. El barrio que al principio era horrible, comenzó a tomar otro color. Descubrí en Alcalá, frente al Metro Suanzes, que lo que yo creía que era un Cementerio cuando llegué, resultó ser un hermoso Parque llamado "Quinta Los Olivos". Esa fue una gran alegría, comencé a salir a correr por el dos o tres veces por semana. Cada vez era más hermoso y placentero. Empecé a sentir alegría y agradecimiento. Incluso realicé allí un DVD que luego subí a www.video.google.es , con el nombre de "A Training Day".

Allí en el Loft recibí a Rado, a David Gordon, a Jaime Falero, Francisco Vera, a los hermanos Hidalgo, y en Noviembre a Resmives Florín. Cada cual con sus temas, es así la vida. En Enero mi amigo José Ramón Vigil, escrituró la venta del Loft y me ofreció vivir durante unos meses en un Chalet de lujo que estaba acabando en la Urbanización Bonanza. Así me ví nuevamente mudándome a Bonanza. Fué entonces cuando ví los inconvenientes del Chalet. Me refiero a que entonces fué cuando valoré las cosas positivas del Loft. Esto quiere decir que cada lugar tiene su encanto, sus garantías e inconvenientes. El Loft ya por entonces no era tan feo ni tan triste, es más tenía su encanto. Además desde la estación de metro de la esquina podía trasladarme a cualquier punto de Madrid, sin necesidad de coger el coche. Tampoco podría volver a correr y entrenar en la Quinta Los Olivos. En cambio, el Chalet aunque de lujo, no tenía aún gas, y por tanto tampoco agua caliente, ni calefacción. Estaba muy lejos de todo, y hasta para comprar el pan necesitaría hacerlo en coche.

"Cada lugar del mundo, tiene su encanto, su belleza, sus gentes, costumbres y valores que lo hacen único". Lo dificil es solo al principio, osea la adaptación y el descubrimiento de esos valores.

Nota: Ya son las 4:05 de la madrugada del Sábado 9 de Junio de 2007. Intentaré continuar mañana. Buenas noches y que todos descanséis en paz.

Raúl