DESTINO..

Destino, como concepto, depende de la interpretación que se le haya dado por los individuos o las diversas culturas que han cruzado nuestra “humanidad”. Como hecho metafísico, está sometido a interpretaciones, y por lo tanto, alcanzar una sola definición del término es, al parecer, “humanamente imposible”.

Se cree que puede ser consecuencia de la sucesión incognoscible e inevitable de acontecimientos que ocurren en diferente lugar y tiempo cuya consecuencia es uno más hechos futuros. Por ejemplo, no os habéis preguntado que curso o forma hubiese tenido vuestro entorno y relaciones colaterales, “si no hubieseis nacido”. Es decir, nuestra existencia y nuestras actuaciones dentro de este plano físico, producen una serie de reacciones y efectos positivos o negativos, entramados o enjambres. Cuantas veces no habréis oído o dicho…"preferiría no haber nacido”, o “maldita la hora en que nací”, o “maldita la hora en que te conocí”. Aparte de que no está bien maldecir, tampoco es correcto renunciar a nuestras amargas experiencias. Forman parte de nuestro “todo”, no somos perfectos y en el camino de nuestro aprendizaje y evolución, lo negativo forma parte de lo positivo.

Por otra parte, al hablar del destino también se contempla la red de posibilidades del futuro a causa de las acciones presentes y los acontecimientos pasados que nos envuelven en nuestro “vago caminar”..

Existen opiniones divididas respecto a la libertad que pueda tener un individuo por medio de sus decisiones de construir su destino, ya que también se teoriza la posibilidad de una predestinación absoluta hasta en las decisiones que cada individuo ejerce, siguiendo por este medio consciente o inconscientemente el proceso de predestinación. Pero no estimo correcto el hecho de que seamos capaces de “construir nuestro destino”, porque este está sujeto a una serie de acontecimientos y circunstancias que aún no conocemos, o que están por venir. Y estas a su vez están a merced de otras interrelaciones. Quizá, y es mi opinión “ahora”; exista una predestinación que se refiere a una pauta de comportamiento que cada cual posee desde su nacimiento, y que más tarde irá moldeándose a través de los años vividos. Es decir; se es hombre o mujer (básicamente hablando), se tienen ciertas tendencias políticas, religiosas, culturales o sociales. Todo depende de nuestro constante entorno en el que nos desenvolvemos. Somos (o deseamos ser) buenos o malos. Cuales son nuestros vicios o virtudes..todo esto nos marca un sendero, pero; como dice la canción…"se hace camino al andar”.

La teoría de la causalidad dice lo siguiente: "Toda acción conlleva una reacción, dos acciones iguales tendrán la misma reacción", a menos que se combinen varias causas entre sí haciendo impredecible a nuestros ojos el resultado.

Nada existe por azar al igual que nada se crea de la nada. Todo tiene una causa, y si tiene una causa estaba predestinado a existir desde el momento en que la causa surgió. Es por ello que la casualidad, es también llamada, causalidad.

Debido a que la inmensa cantidad de causas es impensablemente inmensa, nos es imposible conocerlas todas y enlazarlas entre sí. Debido a esto, quizá el destino existe en forma parcial o talvez podríamos llamarle “patrón de conducta”. Y luego siguiendo esa pauta e intentando cumplir con todo aquello que nos dicta nuestra conciencia o “yo interior”, así es como nos educamos en el camino de la vida.

Desde un punto de vista religioso el destino es un plan creado por Dios, aun así no puede ser modificado de ninguna manera.

Una buena amiga clarividente me ha comentado que existe una especie de destino escrita por “un ser superior, fuerza o energía que controla el universo”. Y que por la osadía humana de intentar manipular o pretender controlar estas leyes a nuestro libre albedrío, entramos en fases antinaturales y por ende nos equivocamos repetidas veces. Y que por ello, constantemente estamos recibiendo “avisos”, para frenar, rectificar y dejarnos llevar por las fuerzas mayores. Y además, que en la medida en que esos “avisos o advertencias” no son oídos o respetados por nosotros, el propio ejercicio de nuestro destino nos somete a “duras pruebas”, mismas que se complican en la misma medida en que no somos capaces de “oír o entender”. ¿Quien puede en realidad osar cambiar el curso o resultados de nuestra existencia?

Algunas frases al respecto:

“El destino no reina sin la complicidad secreta del instinto y de la voluntad”.
Giovanni Papini (1881-1956) Escritor italiano.

¡Actúa en vez de suplicar. Sacrifícate sin esperanza de gloria ni recompensa! Si quieres conocer los milagros, hazlos tú antes. Sólo así podrá cumplirse tu peculiar destino.
Ludwig van Beethoven (1770-1827) Compositor y músico ale

Siembra un acto y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás un carácter. Siembra un carácter y cosecharás un destino.
Charles Reade (1814-1884) Escritor inglés.

Yo creía que la ruta pasaba por el hombre, y que de allí tenía que salir el destino.
Pablo Neruda (1904-1973) Poeta chileno.

Siempre se ha creído que existe algo que se llama destino, pero siempre se ha creído también que hay otra cosa que se llama albedrío. Lo que califica al hombre es el equilibrio de esa contradicción.
Gilbert Keith Chesterton (1874-1936) Escritor británico.

A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo.
Jean de la Fontaine (1621-1695) Escritor y poeta francés.

El destino mezcla las cartas, y nosotros las jugamos.
Arthur Schopenhauer (1788-1860) Filósofo alemán.

A veces nuestro destino semeja un árbol frutal en invierno. ¿Quién pensaría que esas ramas reverdecerán y florecerán? Mas esperamos que así sea, y sabemos que así será.
Johann Wolfgang Goethe (1749-1832) Poeta y dramaturgo alemán.

Luchar contra nuestro destino sería un combate como el del manojo de espigas que quisiera resistirse a la hoz.
Lord Byron (1788-1824) Poeta británico.

Queridos amigos, “solo se lo que se”; y esto es: Actúa y piensa bien, ama y respeta a tu prójimo tanto como a la naturaleza que nos gobierna. Procura mantenerte limpio; limpio de fe, cuerpo, mente y espíritu. Se prudente con los animales, y la naturaleza en general. Siéntete bendecido por la lluvia y el frío en invierno, acepta con placer los rayos del sol que te abrigan y llenan de vigor. Relájate y descansa al anochecer. Contempla la luna, estrellas y el cielo con alegría y admiración. Vibra en primavera con las plantas, árboles y frutos en flor. Siéntate a orillas del río y escucha con atención el sonido del agua al bajar. Escala montañas y observa desde lo alto, la magnificencia de la creación. Comparte tu buena suerte y cosas, con aquellos menos afortunados que tu. Se justo y preciso. No entres en las redes del consumismo, adquiere lo justo y necesario. Disfruta y agradece cuanto tienes. No te compares con los demás. Protege, lucha y ama a los tuyos. Agradece su amor hacia ti, su respeto y tolerancia. Nunca te sientas superior a nadie. No te rías de las desgracias ajenas. No te alegres el sufrimiento de tus enemigos…etc..etc….

Raúl Gutiérrez
6 de Enero de 2008

(Hoy mi Padre ha cumplido 83 años de existencia. Anoche sostuve una charla por Video-llamada gracias a la oportuna acción de mi adorada hija Lorena, y así pude desearle un “Feliz Cumpleaños Papá”. Gracias a toda la familia allí en Santiago de Chile, quienes tuvieron a bien, dedicarme unos minutos de gozo y alegría, en estos recientes nuevos días del 2008).